Nada de teléfonos hasta la escuela secundaria (y usados: no hay teléfonos nuevos hasta la universidad). Nada de redes sociales hasta los 13 años. Ningún dispositivo en los dormitorios.
Estos preceptos no son los de algún fanático ludita antitecnológico ni son reflexiones del filósofo surcoreano Byung-Chul Han (quien ha escrito que actualmente “no se tortura, sino que se tuitea o postea”). Son, en cambio, algunas de las normas que, junto a su esposa, ha impuesto Chris Anderson, exeditor de la revista Wired y ahora director de 3D Robotics, en cuanto a límites de tiempo y control parental en su hogar para criar a sus cinco hijos, que tienen entre 10 y 21 años.
Cuando Anderson fue editor en jefe de Wired, entre 2001 y 2012, la revista era una suerte de oráculo para los amantes de la tecnología e internet. Ahora dirige una compañía de robótica y drones. También escribió un par de libros superventas: La economía long tail (2006) y Gratis (2008), sobre cómo la red estaba cambiando la forma de hacer negocios y cómo el mercado de masas se está convirtiendo en un mercado de nichos.