Un estudio la U. de Los Andes y la U. de Barcelona, mostró que padres de niños de 9 a 12 años poseen escaso control en el uso de tecnologías de sus hijos, que podrían conducir a conductas de riesgo en los menores. Según la investigación, los padres son más propensos a definir el tiempo de uso de dispositivos, que a interiorizarse en los contenidos.

 

 

 

Soledad Garcés, coautora del estudio y académica de la U. de Los Andes, advierte que los menores no siempre usan las pantallas con un adecuado control parental. “Probablemente la brecha digital sea el motivo del desconocimiento y falta de involucramiento de algunos padres, que creen que sólo controlando el tiempo desaparecen los riesgos”, dice.

Los niños del estudio reconocen que sus padres les dan permiso para entrar a redes sociales (Facebook), subir y descargar fotos, videos, y jugar online, pero no pueden comprar, llenar formularios y contactar  a desconocidos. “Aquí hay una cierta contradicción, ya que tener un perfil de Facebook antes de la edad mínima (13 años) o subir fotos implica riesgos que no están siendo visualizados”, explica.

Los niños también señalaron que pueden usar videojuegos solos, más del 50% dijo no tener restricción para usar títulos violentos y un tercio señaló jugar online con desconocidos.

¿Cómo minimizar riesgos? La mejor recomendación, dice Garcés, es conocer lo que hacen los niños. “Saber cómo se muestran a otros y con quiénes se relacionan online. Los mismos cuidados que se tienen en el mundo real, se deben tener en el mundo virtual”, sugiere.

Aunque los adultos no tengan experiencia y conocimientos en tecnologías, sí tienen el criterio y experiencia que aminoran los riesgos.

Para los que usan tecnologías, la clave es el ejemplo. “Conversar abiertamente sobre los beneficios y riesgos que conlleva el uso de tecnologías. Fundamente con razones lógicas las decisiones que tome. Las herramientas de control parental son muy útiles, pero claramente, son un complemento a la relación y confianza que deben tener padres e hijos”, dice.

Para evitar el uso inadecuado de videojuegos e internet en la casa, Garcés propone, además del establecimiento de horarios, fijar espacios verdes y rojos en los que se pueden conectar o jugar y en los que no. Dormitorios debieran ser espacios rojos.

Respecto a los videojuegos, la entretención más desconocida por los padres según Garcés,  éstos debieran jugar con ellos al menos una vez para saber a qué juegan, leer descripciones del fabricante y conocer con quién juega.