Fue en 2003 cuando tres estudiantes de la U. Tecnológica de Helsinki (Finlandia), decidieron desarrollar juegos para dispositivos móviles, patrocinados por empresas como Nokia y HP. Tras una serie de cambios de nombres y la colaboración financiera de varias empresas, la compañía decidió  llamarse Rovio Mobile.  

En diciembre de 2009  lanzó su primer juego: Angry Birds. La fórmula fue simple. Unas irritables aves que debían derribar bloques de madera. Pese a su simplicidad, los coloridos pájaros,  resultaron muy atractivos para el público infantil.  El juego se transformó en un fenómeno de los dispositivos móviles, aunque contaba con dos grandes problemas: la poca capacidad de reinvención y lo repetitivo que podía tornarse después de mucho tiempo.  

Angry Birds fue uno de los últimos juegos exitosos antes que la industria de los videojuegos adoptara el modelo Free To Play (cuando el juego es gratis, pero integra pagos dentro de la aplicación para ciertas mejoras o adquirir niveles que en su versión gratuita no tiene). 

En 2012 el título de Rovio alcanzó las mil millones de descargas, convirtiéndose en el juego más popular del año, lo que también trajo que la empresa diversificara su negocio, comercializando juguetes de los pájaros y todo tipo de mercancía relacionado a la franquicia.  

Pero para 2014, la fórmula parecía agotarse. La empresa presentó “modestos” beneficios de 10 millones de euros, modestos, si se comparan con los 77 millones de ganancias que la startup consiguió generar en 2012, cuando Angry Birds era el juego más descargado del mundo móvil.

Para 2015, Rovio reportó pérdidas de 13 millones de euros, las primeras desde que fuera fundada, y por tercer año consecutivo no cumplió con las expectativas. 

Mikael Hed, director ejecutivo de la compañía, señaló en una entrevista que el principal problema de la empresa ha sido la diversificación en los últimos años. “Hemos hecho demasiadas cosas. En nuestra condición financiera actual debemos poner énfasis en lo que somos mejor: en la creación de experiencias de juego, en la producción de una película de animación increíble y en deleitar a nuestros fans con grandes productos”.

Tras el éxito inicial,  Rovio relanzó el juego pero con distintas fórmulas. El intento más destacado fue con Star Wars, título que contaba con los personajes del film, pero con el mismo y conocido libreto de Angry Birds. Así sucesivamente, la empresa comenzó a estrenar títulos con el mismo guión, pero con personajes distintos, como Angry Birds Transformers, lanzado en 2014. El principal problema fue que la fórmula y mecánica eran exactamente las mismas, por lo que los resultados en descargas siguieron siendo tibios. 

En 2015 la empresa decidió crear un juego distinto a la clásica fórmula de Angry Birds, pero utilizando los personajes de la popular saga. Bad Piggies funcionó como un Spin-off  y donde, a diferencia de Angry Birds tradicional, el jugador controla los cerdos y construye artilugios con el fin de encontrar los huevos de los pájaros.

En paralelo, juegos como Clash of Titans y Candy Crush, comenzaban a transformarse en éxito en descargas utilizando la ya probada fórmula del Free to Play. Los usuarios se mostraban capaces de pagar grandes cifras por desbloquear etapas o adquirir nuevas funciones. 

Al finalizar 2014, la empresa comenzó a tener sus primeros problemas. Se despidieron funcionarios y comenzó el cierre de algunos estudios. A pesar de los malos resultados, la empresa lanzó Angry Birds 2, esperando tener los mismos beneficios que el primer título, pero los resultados estuvieron muy lejos de los acostumbrados réditos de Rovio en sus inicios.  

Angry Birds 2 fue el último intento de Rovio por reconquistar a sus antiguos fanáticos. El título logró 50 millones de descargas el primer mes, que si bien para cualquier juego sería un éxito rotundo, para Rovio son cifras muy alejadas de los mil millones que alcanzaron en 2012 con la primera versión.

En 2015 la compañía finlandesa presentó por primera vez pérdidas anuales y  anunció el despido de un tercio de sus trabajadores, recortando 260 puestos de trabajo y anunciando que concentraría sus actividades en torno a áreas de juegos, medios y productos de consumo. 

Pese a las cifras, la empresa asegura que sus juegos han tenido un repunte en los últimos años, pero que los ingresos por los artículos como merchandising estarían descendiendo, explicando en gran medida las pérdidas.  

La película  

Sin embargo, la única área que no sufrió recortes fue la película The Angry Birds, la que se está desarrollando en Estados Unidos y Canadá y cuyo estreno está fijado para mayo próximo.  

La empresa está depositando todas sus esperanzas en esta cinta. Espera que el film sea un éxito mundial y que esto arrastre no sólo a la revitalización de la franquicia, sino también a un mayor número de ventas de merchandising. 

Por ahora el camino por mantener la fórmula del éxito está lejos de lo que hacen empresas como King (creadores de Candy Crush), empresa que utiliza el modelo Free to Play.  

One hit wonder

Angry Birds se ha ido transformando en uno de los varios juegos que no ha podido superar el éxito desde su primer título. 

Son varios los casos en los últimos años. Uno de los que más notoriedad ha alcanzado es la empresa Zynga, que en 2009 lanzó FarmVille, que hizo que la compañía se convirtiera en la primera empresa en alcanzar 10 millones de usuarios mensuales en Facebook. 

Después de Farmville comenzaron las secuales: CtyVille o Castleville, ninguna de las cuales logró el mismo éxito que su antecesora.